En primer lugar, Nazarre aclaró que "hay una diferencia entre empresarios y bolicheros. A los bolicheros no les importan sus empleados y son los primeros en vulnerar sus derechos. Debemos apuntar a fortalecer un empresariado responsable, que cuide tanto a sus trabajadores como a los jóvenes.”
“Hay que cambiar la perspectiva con la que se juzga a nuestro oficio. Nosotros somos empleados de seguridad, que tratamos de cuidar a todos y que los jóvenes puedan divertirse sin peligros", agregó.
Además, el secretario general del Sindicato Único de Trabajadores de Control, Admisión y Permanencia de la República Argentina (SUTCAPRA), explicó que “cuando salimos a trabajar estamos exponiendo nuestra integridad física, por eso es muy importante que los que se dedican al control de admisión y permanencia estén contenidos. Debe haber un marco legal que regule la actividad, como también capacitación, seguimiento y asistencia en los casos que se requiera y la presencia del Estado que asegure el cumplimiento de las leyes.”
“Lo fundamental para que nuestro trabajo deje de ser percibido como una amenaza y sea visto como un servicio que busca garantizar la seguridad de nuestros jóvenes es sobre todo el trabajo en conjunto. Debemos involucrar a todos los sectores en la definición de políticas claras que mejoren nuestras condiciones laborales, pero también que nos ayuden a mejorar el servicio que prestamos", precisó.
“En este proceso deben participar también los empresarios, el Estado, las fuerzas de seguridad, y los jóvenes y sus padres. Creemos si trabajamos entre todos podemos lograr un ambiente para que nuestros jóvenes puedan divertirse sin correr riesgos y sus padres puedan estar tranquilos de que sus hijos están seguros. Es un trabajo difícil, pero estamos convencidos de que el diálogo es el único camino que nos puede llevar a esta meta", concluyó Leandro Nazarre.
La jornada de la que participó SUTCAPRA fue organizada por la Fundación Contemporánea y contó con la presencia de destacados panelistas.